ARQUITECTURA VERNÁCULA ESPAÑOLA
La arquitectura española son muchas arquitecturas. Se compone de diversas influencias que se han ido agregando a la cultura del lugar a lo largo de los siglos. Los diferentes tipos de viviendas y edificaciones varían de acuerdo a la zona. Sin embargo, puede verse una clara influencia de la arquitectura islámica, ya que sus características pudieron adaptarse con facilidad al entorno español.
España es un país con abundantes montañas y torrentes, y con pequeños llanos costeros alimentados por ríos que son caudalosos en primavera y más pequeños en verano. Los valles son de difícil acceso.
El clima que predomina en la mayor parte de la península española es el mediterráneo, aunque no en toda la zona es igual. En casi todo el territorio se presenta el clima mediterráneo típico, con lluvias irregulares y una temperatura media anual entre 15° y 18°. Los inviernos son cortos y los veranos son calurosos. En la Meseta y la depresión del Ebro se presenta un clima mediterráneo continentalizado, con menos lluvias y una temperatura más extrema, que va desde los 25° hasta los -13°.
En general, las temperaturas disminuyen progresivamente desde los litorales hacia el interior, y aumentan de norte a sur. En el interior de la Meseta, la amplitud térmica alcanza hasta los 20°, mientras que en otras zonas alcanza apenas los 5°.
Entre los diferentes tipos de arquitectura vernácula en España, los dos más representativos son la arquitectura subterránea y la arquitectura islámica.
ARQUITECTURA SUBTERRÁNEA
Este tipo de arquitectura predomina en la mitad oriental de la península. Por lo general se concentran alrededor de los cauces de los ríos y no en las montañas. La ventaja principal que ofrece este tipo de arquitectura es el aprovechamiento de la radiación solar..
Las viviendas subterráneas son por lo general orientadas al sur, para aprovechar al máximo la iluminación y la radiación solar. En verano se protegen mediante voladizos. La distribución de las viviendas permite la transferencia de energía y evita el sobrecalentamiento.
Para poder construirse este tipo de edificaciones, es necesario que las precipitaciones en la zona no excedan los 500mm, para evitar filtraciones y condensación por falta de ventilación. El terreno debe contener arcilla, areniscas, calizas y conglomerados.
El clima en el interior de las viviendas subterráneas se acerca mucho al de confort térmico, manteniéndose alrededor de las temperaturas medias anuales de la zona (entre 17° y 23°). La inercia térmica de las paredes hace que las temperaturas exteriores tarden más en entrar. La humedad relativa es de aproximadamente 50%. Se eleva gracias a la humedad que presenta la tierra en el interior.
Para favorecer la ventilación se construyen dos chimeneas a diferentes alturas, que funcionan como túneles de viento. Este sistema también es utilizado en las minas.
Las numerosas ventajas que ofrece esta arquitectura la hacen una opción económica y sustentable para solucionar los problemas causados por los climas extremos.
ARQUITECTURA ISLÁMICA EN ESPAÑA
La arquitectura islámica es una de las principales influencias de la arquitectura vernácula española, así como la de América. En el siglo XVIII se funda el primer califato en la provincia de Córdoba.
Podría decirse que la arquitectura islámica es una representación del paraíso coránico. La configuración básica es en torno a un patio interior, con numerosos jardines y estanques.
Por lo general las edificaciones son herméticas hacia el exterior y abiertas hacia el interior, ya que el principal propósito era alejarse de los rayos solares lo más posible. Con esta solución se tiene una vista hacia el exterior, iluminación y ventilación, sin recibir directamente el calor del sol.
En el ritual islámico existen dos tipologías: la mezquita (masjid), lugar de reunión para la oración, y la madrasa o escuela coránica. En la arquitectura civil se distinguen los palacios, los caravasares y las ciudades, las cuales presentan un planeamiento racionalizado de acuerdo con las canalizaciones de agua y la protección frente al calor. Otro edificio relevante en el Islam es el mausoleo, enterramiento de un gobernante y símbolo de su poder terrenal.
Mezquitas: La quibla indica la dirección de La Meca hacia la cual deben dirigir su oración. Para diferenciarla presenta un pequeño nicho llamado mihrab, similar al altar cristiano. El resto es un espacio techado que ocasionalmente puede dividirse con arquerías sobre columnas, paralelas o transversales a la quibla. Disposición heredada de las basílicas paleocristianas, que constituye la mezquita hipóstila, con capacidad para crecer indefinidamente. También hay un patio para rezar al aire libre, rodeado de soportales que brindan sombra, en el cual se encuentra la fuente de abluciones o sabial, y la torre para llamar a la oración, el minarete o alminar
Minarete: En los comienzos el alminar no existía, y los fieles se reunían para orar sin necesidad de una llamada previa. El aumento de la congregación llevó a la necesidad de que un muecín llamara a los fieles desde la cubierta más alta del edificio. La Gran Mezquita Omeya de Damasco (705-715) es el primer ejemplo que presenta una torre o minarete, emplazada en una de las esquinas del patio.
Cúpula: Proveniente de la arquitectura Sasánida, es un elemento importante de la arquitectura islámica. La primera mezquita monumental se conoce con el nombre de Cúpula de la Roca (Jerusalén, siglo VII), un espacio cubierto por una gran cúpula, decorada con mosaicos coloristas, por dentro y por fuera, que alberga la piedra desde la cual Mahoma ascendió al cielo. La cúpula sobre trompas (pequeños arcos que hacen de puente en los ángulos del cuadrado para la transición de las cargas hacia la estructura), derivada del Irán Sasánida. En cambio, las tradicionales pechinas (secciones esféricas triangulares), son propias de la arquitectura bizantina.
Arco apuntado: Aunque el arco de herradura se remonta al imperio romano, los visigodos de la península Ibérica lo empleaban, y sus invasores Omeyas lo adaptaron para las construcciones musulmanas. Otro de los arcos empleados fue el apuntado, de origen sirio-romano y también recogido por la dinastía Omeya, aunque más tarde se difundió por el califato de Bagdad.
Mimbar y macsura: El mimbar o púlpito se utilizó por primera vez en la mezquita de Medina, utilizado primero como estrado pronto se convirtió en un púlpito para la predicación del imán. La macsura es un espacio profusamente decorado rodeado por arquerías, situado delante del mihrab. Está destinado a la protección de los gobernantes de la comunidad
Madrasa: Introducida durante el reinado de los Abasíes, se introdujo en Irán una nueva tipología de edificio religioso, la madrasa o seminario religioso. Con influencia de la arquitectura Sasánida, es un nuevo tipo de mezquita que se difundió rápidamente. Las madrasas poseen habitaciones en torno al patio, dedicadas al estudio o dormitorios de los estudiantes.
Arquitectura civil: Algunos palacios estaban rodeados por terrenos de caza, otros poseían baños abovedados, derivados de la arquitectura tardo-romana.
Hay ejemplos decorados con mosaicos y pinturas murales, estucos representando animales, escenas cortesanas, al propio califa. En medio del desierto, cerca de Bagdad, se fundó una ciudad administrativa que no llegó a terminarse, Samarra, ocupaba 175 hectáreas, rodeada por una enorme muralla, poseía jardines, palacios, edificios administrativos, una mezquita, baños y cuarteles, acueductos, alcantarillado.
Decoración arquitectónica: El estuco, el ladrillo, la cerámica vidriada y el azulejo se usaron como elementos decorativos. La superficie de los mihrabs es de estuco tallado o barro vidriado. Los paneles murales se adornaron con motivos decorativos de lacería geométrica sobre azulejos.
La gama cromática incluyó el dorado y el verde, que se aplicaban mezclados en vez de por separado. Las celosías de madera tallada, en ocasiones con incrustaciones de marfil, protegían las aberturas del inclemente sol, y se emplearon en macsuras, mimbares, ventanas, pantallas y puertas. La proscripción de la temática figurativa contenida en los hadit, era seguida estrictamente en la arquitectura religiosa, pero en la arquitectura civil era transgredida.